La casa rural, propiedad de mi familia durante varias generaciones, fue restaurada en el año 2010.
El objetivo es que el cliente se sienta como en su casa. Para ello, intentamos recuperar cada una de las estancias, sin perder su propio encanto.
La casita consta de una hermosa cocina típica gallega, un dormitorio amplio y adaptado con baño propio y dos dormitorios con baño compartido. Por último, también dispone de una pequeña salita.